miércoles, 29 de septiembre de 2010

Banderas

Y harto de banderas, himnos y fronteras, comenzó a guardar un trozo de tela de cada lugar que significaba algo para él. Reunió retales de todos los tamaños y colores que le traían olores y recuerdos.Y tras coserlos juntos, los colgó del balcón de su casa orgulloso de aquella bandera de ninguna y de todas partes, que no conocía fronteras ni tiempo. Y él, que se había reido de todos los símbolos, miraba con orgullo aquella tela, encontrando siempre con la mirada algún retazo ya olivdado con el paso del tiempo que le hacía sonreir al recordar su origen. Y no dejó de crecer la bandera al tiempo que él envejecía, hasta el punto en que cubrió por completo la pared de su casa.
Y cada vez que alguien le preguntaba por su procedencía, él respondía que era la misma que la de la bandera. Y en cierta manera era cierto, porque aquella casa lo reperesentaba todo para él, su hogar, su patria y su bandera.

(Gracias Pablo, por darle el final que yo no encontraba)

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