jueves, 17 de diciembre de 2009

Parque

Jugando en el cajón de arena del tiempo, que tantos perros usaron para mear. El columpio de la verdad, que un momento te acerca a ella y al instante te aleja, sin dejarte poner los pies en el suelo; movimiento eterno, pendular. El tobogán del éxito, costosa la subida, fugaz e inmediata la bajada. Injusto balancín que necesita que alguien baje para que alguien suba. El caballito que se mueve pero no avanza jamás. Triste realidad de la que se evaden dando vueltas hasta caer mareados al suelo, entre risas y arcadas.

4 comentarios:

  1. Que triste y sencillo es hablar de las caidas de la vida. Así de corto es el disfrute de lo que hemos buscado con tanto afán?

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  2. Fue en ese parque que coincidimos aquel día mi inocencia y yo, ella se seguía riendo a carcajadas y yo me vi sentado donde ella se encontraba.
    Un gusto pasar por aquí.

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