sábado, 31 de enero de 2009

Clase de latín

Cansancio. Sueño. Sopor.

La voz grave y monótona del profesor es para mí un zumbido sordo al que me he acostumbrado.

Templum, templum, templum.

Muero, poco a poco, lentamente. Mi reloj va despacio, muy despacio. El tiempo se ha detenido para verme morir de aburrimiento.

Templi, templo, templo

Que ironía, me mata una lengua muerta.

2 comentarios:

  1. Mientras el tiempo vaya despacio...así se podrá disfrutar ma´s de tu compañía
    =)

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  2. que grande el texto y que realidad!

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