lunes, 28 de septiembre de 2009

Puerta



La misma puerta que te encierra es la que te puede liberar. Y tal vez, aunque no lo sepas, tengas tú la llave.
Rebusca en los bolsillos de tu alma y entre el desorden mental. Revuelve entre los libros de la memoria y consulta al espejo de la verdad.
Mira bajo el sofá donde tantas cosas desaparecieron y en los estantes más altos de la razón, aquellos en los que las cosas quedan condenadas al olvido.
Quizás encuentres ahí la tan ansiada llave o quizá descubras que aquello que buscabas ha estado siempre en tu mano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario